ASPECTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS
La investigación regional/local en la historiografía se enfoca en circunscribir el análisis a un
espacio geográfico, pero con el riesgo de caer en una descripción superficial de "lo nuestro".
Para evitar esto, se propone observar e interpretar fenómenos en un espacio reducido,
apoyándose en una fuerte carga antropológica. Esto permite una mejor comprensión de lo
que ocurre local y regionalmente, al mismo tiempo que genera interpretaciones más
profundas, superando las visiones macro. La investigación regional/local debe ajustarse al
objeto de estudio, definiendo sus límites a través del contexto, los eventos y los procesos.
Generalizar un proceso histórico puede dificultar la verdad, pero también permite poner en
tela de juicio interpretaciones tradicionales.
Aportes de la historia regional:
● Escalas innovadoras: La idea de trabajar con distintas escalas permitió romper el
paradigma del Estado nacional como único marco de investigación. Los
microhistoriadores europeos influyeron en el tratamiento metodológico del problema,
enfatizando la recopilación, clasificación y análisis riguroso de fuentes, lo que abrió
nuevos horizontes para temas ya tratados.
● Críticas a enfoques únicos: La historiografía española, al cuestionar el enfoque
annalista y dialogar con tradiciones como el marxismo y la microhistoria italiana,
contribuyó a la ruptura del Estado nacional como único objeto de análisis. Este
enfoque influyó directamente en los estudios regionales/locales argentinos.
● Revalorización del contexto: Este aspecto permitió ajustar los niveles de
observación en la historiografía marxista europea. Así se pudo revisar la tensión
entre lo particular y lo general, cuestionando la interpretación de eventos como parte
de una narrativa homogénea y destacando la diversidad.
Evolución de la historia regional
La influencia teórica y metodológica europea impactó el desarrollo sistemático de la historia
regional en Argentina. Assadourian marcó un hito al analizar problemáticas desde una
perspectiva regional, entendiéndolas como un sistema de relaciones económicas, sociales y
políticas que cambian con el tiempo. Su enfoque resaltaba la importancia de la circulación
de mercancías y las relaciones internas y externas que estructuraban la economía colonial.
La dictadura militar en Argentina detuvo el desarrollo de las ciencias sociales y la
historiografía. Tras el regreso de la democracia, los estudios históricos se revitalizaron,
especialmente en el ámbito universitario, gracias a las investigaciones de Assadourian y su
impacto en la historiografía económica y social argentina.
Aportes y contribuciones mexicanas
La historiografía mexicana, al integrar la perspectiva regional, ayudó a resolver problemas
específicos de la historia latinoamericana. Esto permitió alejarse de interpretaciones
mecánicas del objeto de estudio y fomentar el diálogo entre lo particular y lo general en la
historia.
Los organismos públicos de investigación fomentaron proyectos que abordaban problemas
históricos regionales y locales que antes eran considerados secundarios. A pesar de que el
Estado nacional seguía siendo el marco de referencia, la atención se centró en los
elementos que otorgaban singularidad regional.
Nuevas miradas en la historia regional
Investigadores como Bandieri cuestionaron la visión tradicional de la región como
subordinada a un todo mayor y jerárquico. Bandieri propuso analizar el espacio económico
como un articulador social, político y cultural. Chiaramonte, por su parte, criticaba los
enfoques localistas, aunque mantenía una perspectiva política centralista en los estudios
regionales.
El debate entre estos dos historiadores reflejó una preocupación en la historiografía
argentina por definir mejor los objetos de análisis, las fuentes y los métodos.
Desafíos actuales en la historia regional/local
La historia regional/local enfrenta hoy el reto de integrar una perspectiva que combine el
análisis de "lo cercano" con una conceptualización más amplia de región. Esto implica un
redimensionamiento de la escala de análisis y una mayor atención al contexto. Las nuevas
preocupaciones teóricas y metodológicas han generado una mayor complejidad en los
estudios sobre la trama histórica argentina, impulsando el uso de nuevos objetos de
análisis, documentos y enfoques metodológicos.
