El concepto de paisaje, al igual que el de región, presenta definiciones y alcances muy distintos según su enfoque. El paisaje, por lo general, se entiende como un espacio geográfico, ambiental, físico o morfológico donde se puede desarrollar la vida de las comunidades. Es decir, los individuos, en constante interacción con el territorio que los rodea, generan estímulos que influyen en lo que piensan y sienten, creando un tejido invisible que los relaciona con el resto de su comunidad. Se trata de una construcción física e intelectual del paisaje, en el cual han intervenido diversas prácticas sociales a lo largo del tiempo. A esto podríamos llamarlo "paisaje cultural", que puede ser individualizado microscópicamente según las interacciones entre fenómenos y objetos, tanto naturales como sociales.
En el campo de la historiografía, se abordan problemáticas y recortes temporales con un enfoque que pone especial atención en la geografía, lo que permite un acercamiento al estudio de la región. Hasta hace poco, la delimitación de un espacio físico y el concepto de región estaban totalmente influenciados por la geografía tradicional. Esta geografía estaba vinculada a los procesos de ocupación del espacio, su integración a la nación, los procesos económicos de integración y la incorporación política de territorios no provinciales mediante unidades administrativas menores, dependientes de la nación. Sin embargo, esto no siempre implicaba un proceso histórico asimilado.
Hoy en día se busca pensar en la región como algo no completamente definido, centrándose en la acción del ser humano a lo largo del tiempo y dotando de significado al paisaje. De este modo, es posible examinarlo según las relaciones existentes entre la sociedad y el territorio. Esto lleva a intentar comprender la valoración o juicio que la sociedad otorga a ese paisaje que evoca en su interior. Para ello, se plantea la articulación de metodologías tanto a nivel local como extralocal, buscando rescatar la relación entre la acción humana y las estructuras, así como la dinámica entre los seres humanos y el espacio, como parte de una construcción social compleja.

Así, el concepto de paisaje permite ahora plantear una relación entre paisaje, cultura y región, lo que facilita entender la interacción entre un orden natural y uno cultural, habitado, creado y recreado por una comunidad. Esto reconstruye la región como un espacio vivido, consolidando un nuevo sujeto en el campo historiográfico, entendido como sociedad, clases y grupos sociales, con sus intereses y motivaciones, y los diversos procesos económicos, culturales y sociales que se han desarrollado a lo largo del tiempo.
LA HISTORIA Y LA UTILIZACIÓN DE LA CATEGORÍA DE REGIÓN (Simplificado)